- Lavar las semillas de sésamo bajo un chorro de agua para eliminar las impurezas que pueda contener y dejar secar sobre un papel blanco (Paso previo ideal )
- Tostar en sartén a fuego mediano o bajo cuidando que no se queme, remover continuamente.
- Está listo cuando tomamos una semilla y al apretarla se rompe, retirar del fuego y colocar en un plato para cortar la cocción.
- Calentar la sal unos minutos para secarla colocarla junto con las semillas secas en un mortero y triturar sin apretar demasiado. Si se hacen una procesadora hay que moler sólo unos segundos.
Conservación:
Debe guardarse un frasco de vidrio con tapa rosca o tipo salero.
Cuando se prepara en casa lo ideal es hacer poca cantidad para usar en una semana.
Es una gran fuente de calcio y un gran recurso para disminuir el cosumo de sal.