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31 Dic, 2019

Feliz año

La historia del bambú japones

No hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha requiere de una buena semilla, buen abono y riego constante.
 
También es obvio que quien cultiva la tierra no se para impaciente frente a la semilla sembrada, alabándola con el riesgo de echarla a perder, gritándole con todas sus fuerzas: crece por favor!.
 
Hay algo muy curioso que sucede con el BAMBÚ JAPONES y que lo transforma en no apto para impacientes: siembras la semilla, la abonas, y te ocupas de regarla constantemente.
Durante los primeros meses no sucede nada apreciable. En realidad no pasa nada con la semilla durante los primeros siete años, a tal punto que, un cultivador inexperto estaría convencido de haber comprado semillas infértiles.
Sin embargo, durante el séptimo año, en un periodo de solo seis semanas la planta de bambú crece más de 30 metros!.
 
¿Tardó solo seis semanas en crecer?.
No, la verdad es que se tomó siete años y seis semanas en desarrollarse.
Durante los primeros siete años de aparente inactividad, este bambú estaba generando un complejo sistema de raíces que le permitirían sostener el crecimiento que iba a tener después de siete años.-
 
Sin embargo, en la vida cotidiana, muchas veces queremos encontrar soluciones rápidas y triunfos apresurados, sin entender que el éxito es simplemente resultado del proceso interno y que este requiere tiempo.-
 
De igual manera, es necesario entender que en muchas ocasiones estaremos frente a situaciones en las que creemos que nada esta sucediendo, y esto puede ser extremadamente frustrante.-
 
En esos momentos (que todos tenemos), recordar el ciclo de maduración del bambú japonés y aceptar que en tanto no bajemos los brazos ni abandonemos por no “ver” el resultado que esperamos, si esta sucediendo algo…dentro nuestro: estamos creciendo, madurando.
 
Quienes no se dan por vencidos, van gradual e imperceptiblemente creando los hábitos y el temple que le permitirá sostener el éxito cuando este al fin se materialice.-
Si no consigues lo que anhelas, no desesperes… quizás solo estés echando raíces.
 
Les deseo un muy feliz 2020.

Feliz año